
Los nuevos trazados también me han obligado a modificar el repostaje; gasolineras que antaño utilizaba han dejado de interesarme porque me obligarían a desviarme. En este momento dos son las que me permiten repostar sin desviarme de mi ruta. Curiosamente, aunque ofrecen la misma marca de combustible a idéntico precio, siempre me decanto por una de ellas. ¿Por qué? Creo que porque me ofrece un trato más personalizado, más cercano…frente al autoservicio imperante.
Ahora que la información viaja en autopistas el repostaje de los usuarios también está cambiado; cuando nos abran la alta velocidad esta de la descarga de libros electrónicos desde una plataforma web habrá bibliotecas (las no consorciadas en redes que negocien un buen acceso con los proveedores dominantes) que se queden orilladas en carreteras secundarias; otras, bajo el respaldo de una gran red, pasaran a ser meras intermediarias de un autoservicio que nos pondrá ese libro que deseamos leer a un clic de distancia; y (espero) habrá bibliotecas que, entendiendo el nuevo entorno y ofreciendo ese clic, seguirán esforzándose en proponer espacios agradables, servicios de valor añadido (recomendaciones de lectura, generación de contenidos locales…) y conversación con los usuarios…
¿Ya has pensado dónde vamos a encontrar tu biblioteca? Todavía estas/estamos a tiempo.