[Biblioblog] Desde hace un tiempo vengo observando cómo mi agregador, Google Reader, ha ido incorporando nuevas características. Es lo que tienen los servicios de la web social, que con la excusa de estar en perpetuo estado beta se parecen a los hijos: poco a poco van cambiando y cuando quieres darte cuenta, la criatura se ha hecho mayor y de lo que fue antaño sólo queda la esencia. Así, si hace unos Google Reader era eminentemente un agregador que nos permitía leer contenidos sindicados, ahora es mucho más: se ha convertido también en un instrumento para la publicación, ya que, con sólo un clic, podemos añadir nuestras lecturas favoritas a una página propia. En esa página, que lleva siempre por título “Las lecturas de Fulanito” (todo apunta a que posiblemente en el futuro podamos personalizar en mayor medida esa página) y que se genera automáticamente, podemos también agregar textos de la misma manera que lo hacemos en Twitter o el muro de Facebook.
Además de la publicación se ha introducido un componente social, ya que incluye una red social de “seguidores” y “seguidos”, al estilo de Twitter, con quien compartir mis lecturas. La parte democrática viene de la posibilidad de marcar con un “me gusta”, una suerte de voto al estilo Facebook.
Pero si cambiamos el idioma al inglés en nuestras preferencias veremos aún más novedades —algunas las describen en el blog de Google Reader— que no han sido incorporadas a la versión española: un directorio de feeds, un buscador de personas en Google Reader y de canales de sindicación, el seguimiento de términos en servicios como Twitter, eBay, Google Blog Search y Google News, recomendaciones de otros feeds que nos puedan interesar y que se generan en función de nuestros intereses (¡como Amazon!), y un listado de los feeds de las personas a las que seguimos. En la opción de preferencias encontraremos, sólo en esa misma versión en inglés, una nueva pestaña con el título “send to” que permite transferir los contenidos compartidos que señalemos individualmente a otros medios sociales (Twitter, Facebook y Delicious entre otros).
Todas esas características van en una misma dirección: dotar de un valor añadido a una herramienta, el agregador, que nunca ha llegado a alcanzar la popularidad de Twitter o Facebook, a pesar de su popularidad. Así, Google Reader parece estar emulando el éxito de estos últimos al haber conseguido atraer la conversación de los blogs, tal y como afirmaba Jesús Encinar recientemente (vía Javier Leiva en IWETEL) y hemos constatado en este mismo blog durante el verano: la mayor parte de los comentarios sobre las publicaciones de Biblioblog 3ª edición están en Facebook, fenómeno digno de estudiar.
Por otro lado, se observa el fenómeno que en una ocasión comentó mi vecino Dídac Margáix: cómo cada vez las diferentes herramientas de la web social tienden a parecerse cada vez más, puesto que incorporan elementos introducidas por otras. Se trata de un proceso de homogeneización de los servicios, que van incorporando características que a otros les han sido útiles.
El proceso de homogeneizacion de los servicios me recuerda cuando hace ya 15 años dando cursos sobre la Biblioteca Digital, mi compañera Isabel Ortega y yo anunciabamos que algún dia veríamos la TV en el teléfono, hablaríamos por el televisor, dando a entender que los medios dejarían de servir únicamente para aquello por lo que fueron creados en un principio. Creo que estamos viviendo unos momentos realmente excitantes, cada vez más interesantes, y que no tenemos ni idea de lo que nos espera. Al menos yo. Felicidades por el post, Natalia.
También creo que los cambios se deben a tomar o copiar ingredientes de éxito. El año pasado Sonico cambió su primera impresión sobre el sitio con un parecido muy grande a Facebook.
En cuanto a interfaz, pareciera que los colores pasteles en tono azul como base son los preferidos.
Por el lado de las funciones sociales que incorporan, también se agregan elementos de éxito. Tomo el caso de Delicious, al menos para mi: siempre vigente, sin cambios permanentes, pero cuando los hace…muy significativos.
Como siempre, en otros casos y esta Web, el usuario manda: decide, elige, descarta o recomienda. Aunque pareciera que también sufre un estadío adolescente.
Gracias Natalia por tu síntesis, es mi agregador favorito (por el momento….).
Me encanta conocer las predicciones de futuro hechas hace años: son muy indicativas de cómo éramos entonces. Comparto contigo, Nieves, el cosquilleo que se siente cuando sabes que algo gordo está cambiando.
Gracias a ambas 😉