El bibliotecario reafirmado

zapatosEstoy de cumpleaños; 26 desde que, a finales de los ochenta, empecé a compartir mi vida profesional con la biblioteca de Muskiz.

“En la biblioteca de mi pueblo no teníamos mueble para el catálogo pero, eso sí, las cajas de zapatos en las que guardábamos las fichas eran de buena calidad. Aún conservo las dos cajas; me ayudan a no olvidar que la nuestra siempre ha sido una economía de subsistencia y que estamos acostumbrados a buscar soluciones en tiempos de crisis. Lo diferente de esta crisis es que además de económica es de identidad.”

«Hasta la popularización de internet estábamos habituados a manejar situaciones precarias entre las certezas de nuestra misión;  profesionales y usuarios nos manejábamos con unos clichés establecidos, no necesariamente coincidentes, sobre lo que podíamos ofrecer y recibir de la biblioteca.»

«En el tránsito de lo analógico a lo digital se alteraron conceptos básicos… La desmaterialización del libro  nos ha cambiado las respuestas básicas sobre qué es y para qué sirve…»

«Crisis de identidad y crisis económica afectan a roles y servicios que ya no son tan válidos como creíamos; no es de extrañar que muchas personas se pregunten por nuestra función y que las bibliotecas se sientan amenazadas.»

«En una sociedad hiperconectada el principal aliciente para seguir acudiendo a las bibliotecas no serán la colección almacenada ni el descubrimiento de la información sino el espacio físico, la posibilidad de acceso a la red y, sobre todo, el factor humano que nos ayude a minimizar la infoxicación. La clave para que este nuevo espacio tenga futuro serán sus profesionales… «

“Cuando comparo el presente bibliotecario anterior a Google y a los ebooks con el actual en busca de una respuesta a las dudas que la sociedad tiene sobre nuestra función me invade el optimismo. Una mirada a las cajas de zapatos compartiendo espacio con el smartphone y el tablet es suficiente para disipar mis temores. Pero ¿cómo es posible  que nadie pusiese en duda lo que podíamos ofrecer con ellas y no confíen en los servicios que podemos ofrecer con estos?”

Estas frases pertenecen a «Biblioteca, crisis y cajas de zapatos en la era de Internet: el bibliotecario reafirmado» un artículo publicado en la revista Trama & Texturas  en donde cuento cómo he vivido ese periodo y qué espero del futuro. Si te animas a perder unos minutos tal vez te interese 🙂

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La evolución del sector: la visión de los profesionales

Nexo, boletín de Doc6

[Biblioblog] Nexo es el boletín informativo que edita Doc6 y desde el que difunde noticias no sólo de sus servicios y productos, sin también sobre innovación, tecnologías aplicables a centros de información y experiencias notables llevadas a cabo en archivos y bibliotecas de todo el mundo. A partir de 2008, con motivo del 20º aniversario de esta empresa, en esta publicación se recogen las prospectivas de profesionales de la información en relación al sector de la información y la documentación. En el número 59 de junio de 2012 se publicó mi opinión sobre la pregunta que los redactores de Nexo realizan sobre las tendencias en nuestros ámbitos. Copio y pego la pregunta y mis respuestas.

¿Cuáles crees que pueden ser las tres principales líneas de innovación en el sector en los próximos años?

Los tres ámbitos hacia los que se debe tender pueden resumirse en: necesidad de la integración de recursos, enriquecimiento de los servicios remotos y aumento del protagonismo real de los usuarios.

En primer lugar, la integración efectiva de los datos de los documentos que una biblioteca posee o tiene contratados (catálogo, repositorio, recursos comerciales, fuentes abiertas) es una demanda que se consigue mediante el empleo de estándares interoperables y tecnologías semánticas. Además, los catálogos y repositorios deben ofrecerse en forma de datos abiertos, para que estén presentes en buscadores académicos y recolectores.

En segundo lugar, los servicios telemáticos son prioritarios, por lo que la información debe adaptarse a todo tipo de dispositivos, plataformas y formatos. En este aspecto, los retos actuales son, por parte de las bibliotecas, la creación de información para dispositivos móviles y, por parte de los editores, la distribución de libros electrónicos que puedan ser tratados en las bibliotecas en las mismas condiciones que un libro impreso.

En tercer lugar, los usuarios serán los protagonistas de la actividad bibliotecaria, incrementando la relación con los mismos a través de las tecnologías participativas, apoyándoles en sus demandas de información y guiándoles en los recursos disponibles.

[El espacio en el boletín no daba para más, pero seguiremos opinando sobre este tema y difundiéndolo desde nuestro Biblioblog]

Actitud y coherencia


Actitud y coherencia

Actitud y coherencia

Gracias a twitter llego a un post en el que se reflexiona sobre el papel de las bibliotecas y sus profesionales en la «era digital».

El autor del blog, periodista de la BBC especializado en tecnología, se pregunta que van a hacer las bibliotecas ante el nuevo escenario de «lugares sin libros ni lectores» y saca sus conclusiones de la respuesta/estrategia adoptada por la Biblioteca Nacional de Gales. Es interesante porque el autor no es un bibliotecario (hablando de bibliotecas)  y porque la biblioteca en cuestión es el paradigma de Biblioteca tradicional: gran edificio emblemático, garante del Depósito Legal y con una colección más que interesante.

Uno de los caminos seguidos es la digitalización del fondo propio (bien, previsible; son un centro de posibles y deciden invertir en tecnología para digitalizar); lo significativo de su proceso de digitalización es que han asumido que la inversión debe ir acompañada de un cambio en las «maneras de hacer» sin descuidar lo que atesoran: un tercio de la plantilla ha pasado a dedicarse al proyecto de digitalización de contenidos. Como diría Didac Margaix mantén algo si funciona, utiliza lo nuevo y copia. Si el contenido va a ser cada vez más digital es necesario «especializar» parte de la plantilla en entender y gestionar contenidos de esa naturaleza.

Otra de sus respuestas es estimular a los grupos de la comunidad para que digitalicen sus fondos y los hagan accesibles. La biblioteca es consciente de las nuevas reglas de juego informacional: sin la «comunidad», sin el «usuario» no hay servicio bibliotecario que sobreviva, por muy biblioteca nacional (con pa$ta) que seas.

Y una tercera vía es entender que las nuevas tecnologías abren muchas posibilidades en el mundo de la edición electrónica; solo las bibliotecas que entiendan que es posible intentar hacer cosas -en vez de esperar a que nos lo hagan y ofrezcan en condiciones  más o menos (des)favorables- podrán adaptarse y crear nuevos servicios para todos. Sí, ya sabemos que todos trabajamos por difundir el patrimonio cultural pero no es lo mismo hacerlo buscando el beneficio económico que procurando un beneficio social…

El ecosistema bibliotecario

Fin de año, fin de década y fin de ciclo. Hemos puesto ya un pie en el XXI y parece un buen momento para meditar. Natalia reflexionaba sobre el futuro y se preguntaba si las bibliotecas (y sus profesionales) seremos capaces de adaptarnos al nuevo escenario…

A bote pronto, cuando analizo la biblioteca de mi pueblo y veo (con agrado) cómo ha cambiado respondo las preguntas de Natalia con optimismo: sí, creo que sabremos adaptarnos. Sin embargo, mientras escucho lo de Copenhague, me asaltan las dudas.

Hace poco asistí a unas Jornadas organizadas por el Instituto Cervantes en las que se invitaba a los ponentes a hablar sobre la postura de los profesionales ante los nuevos retos; la intervención que más me impactó -por obvia y por ser la última antes del vino 🙂 – se hizo desde el público y nos recordó a Jim Rettig y su concepto de ecosistema bibliotecario.

Jim Rettig, hasta hace poco presidente de la asociación de bibliotecarios más importante del mundo, ( ALA American Library Association), entiende la BIBLIOTECA como un ecosistema de bibliotecas que liga a todos los tipos; si algo falla en uno de los elementos repercute en los demás: los ejemplos más claros son los de las bibliotecas escolares y públicas (que determinarán el mayor o menor uso de otro tipo de bibliotecas).

Estamos tan acostumbrados a plantear el devenir de «mi» biblioteca como algo gremial (escolares, públicas, universitarias), administrativo (locales, autonómicas, nacionales…), y tan absortos en «mis» (pequeños) problemas cotidianos que corremos el riesgo de olvidar la visión/misión de la BIBLIOTECA en la sociedad, incapaces de entender que «mi» futuro depende de la sostenibilidad de «nuestro» ecosistema bibliotecario. Y ya no me pregunto si seré sino si seremos capaces…y prefiero no mirar a Copenhague.

 

Reconocimiento a profesionales de bibliotecas municipales

Entre los diferentes actos organizados esta semana por las instituciones públicas con motivo de la celebración del Día del Libro han llamado la atención dos reconocimientos a bibliotecarios municipales que han tenido lugar en la Región de Murcia. El Ayuntamiento de Molina de Segura ha dado el nombre de Mercedes Mendoza a su biblioteca pública. Mendoza fue la bibliotecaria de dicho centro durante 34 años, hasta el año 2000. Según se explica en el diario La verdad, todos los grupos municipales estuvieron de acuerdo en este homenaje que fue aprobado en octubre de 2007. Por otro lado, el Ayuntamiento de Yecla ha bautizado a una plaza de nueva creación como Bibliotecario Francisco Azorín Albiñana. La noticia publicada en el diario La verdad que Azorín fue el primer responsable de la Biblioteca Pública Municipal desde su creación en el año 1944 y hasta el año 1966. Posteriormente desarrolló su actividad profesional en la Biblioteca Nacional y siempre estuvo muy vinculado con esta localidad murciana. Estos dos actos se unen a homenajes similares de localidades que quieren reconocer la labor de sus bibliotecarios municipales, como ocurrió Almagro, cuya biblioteca lleva el nombre de Manolita Espinosa, responsable de su biblioteca pública durante 26 años.

Web social para profesionales de la información

La iniciativa de SEDIC de crear una comunidad de prácticas sobre Web social para profesionales de información ha resultado un éxito de convocatoria. El proyecto parte del objetivo de reunir a profesionales hispanohablantes de archivos, bibliotecas y centros de documentación para participar en una propuesta de aprendizaje compartido. La respuesta ha sido contundente: cerca de 1.500 usuarios inscritos. A través del blog de la comunidad y durante ocho semanas y media se irán ofreciendo contenidos sobre web social, comenzando por una aproximación teórica y continuando por las diferentes tecnologías y herramientas de la web social, con especial atención a los servicios de mayor utilidad en las unidades de información. El programa incluye un contexto teórico, publicación en blogs, sindicación de noticias, wikis, aplicaciones de escritorio, archivos compartidos, redes sociales y muchas otras tecnologías de la web 2.0. Junto al blog de la comunidad, se ha creado el wiki Biblioteca 2.0 y +, en el que se ofrecen los recursos sobre web social más útiles para profesionales de la información. El sistema de aprendizaje parte de los mensajes que se irán incorporando diariamente a la plataforma de la comunidad. Los miembros registrados intercambiarán sus opiniones, sugerencias y experiencia a través de los comentarios. Tanto el blog como el wiki están abiertos, por lo que la comunidad generará recursos de información que serán útiles para cualquier persona interesada. Se trata de una iniciativa de aprendizaje colaborativo que se basa en las tecnologías de la participación para compartir los conocimientos de los profesionales de la información de esta amplia comunidad.