Bibliotecas y guías de viajes


guiaTradicionalmente las bibliotecas entramos en la planificación de las vacaciones de nuestros usuarios cuando necesitan una guía turística del destino elegido; mantener actualizado este material es complicado, las guías deben renovarse constantemente y pocas veces recogen un tipo de información que es vital en cualquier servicio de la sociedad de la información: las recomendaciones de personas que han realizado ya el viaje y cuentan sus experiencias. Y, por supuesto, no contemplan los cambios de última hora (horarios de museos, transportes, etc.). Tradicionalmente, sí…pero ya no viajamos como antes (de hecho, tal y como está el panorama, ya no viajamos); la planificación de nuestras vacaciones empieza delante de una pantalla desde la que buscamos destinos, vuelos, hoteles, sugerencias…

Si aprovechamos la “nube” para mejorar nuestros servicios la próxima vez que un usuario se acerque a la biblioteca a por una guía le podremos ofrecer (además de un buscador de ofertas de vuelos y hoteles, que supongo ya tendrá bajo control) la posibilidad de ayudarle a crear una guía personalizada y actualizada con los contenidos que necesita.

La guía empieza con una búsqueda más o menos exhaustiva en la red (podemos ayudarnos de las guías que tengamos de otros años para ver que es lo más interesante para visitar); elegidos los destinos y lo que se desea visitar podemos dedicarnos a encontrar información práctica y actualizada sobre transportes, restaurantes, hoteles, consejos prácticos, actividades (festivales, espectáculos, fiestas…) que se realicen coincidiendo con la estancia en el destino.

Una vez “recolectada” la información (podríamos imprimirla pero) creo que la mejor solución es almacenarla en un dispositivo tipo tablet, lector de libros o teléfono smartphone; si hacemos caso a las estadísticas muchos usuarios poseen artefactos de este tipo del que desconocen todas sus posibilidades y la biblioteca está ahí para abrirle ese nuevo mundo.

Como el escenario más habitual al que el viajero se va a enfrentar es uno en el que no hay cobertura web (bien porque estará en un lugar apartado o en el extranjero con unas tarifas prohibitivas…) deberemos tener almacenada y disponible toda la información en nuestro dispositivo. Por experiencia propia lo mejor es el teléfono y lo peor el tablet (esas pantalla retroiluminadas se llevan bastante mal con el sol inmisericorde…); la tinta electrónica de los ebooks y su tamaño los hacen muy interesantes aunque su, de momento, falta de conexión a la red hace necesario que llevemos todo almacenado antes de emprender el viaje (debemos generar un rss para crear un epub con Calibre y cargarlo en nuestro libro electrónico)

¿Cómo gestionamos la información? Hay aplicaciones muy interesantes para tablets y teléfonos (dispositivos con acceso a la web) como Read it Later, Instanpaper, Evernote…, herramientas que permiten almacenar lo que encontramos en la red, gestionar la información (etiquetar, describir) desde nuestra cuenta de usuario y tenerla actualizada en todos nuestros dispositivos. Aunque no tengamos acceso a la red podremos consultar la información almacenada. Además si en el hotel disponemos de wifi podemos seguir cargando contenidos (planificar la excursión del día siguiente, cargar referencias de restaurantes, transportes…). Información actualizada, almacenada y, no lo olvidemos, disponible en dispositivos que nos dicen en donde estamos (geoposicionamiento).

Por cierto, ya puestos, ¿alguien se anima a crear una guía turística sobre su municipio? Podría ser una buena manera de dar uso a esos libros electrónicos ávidos de contenidos locales

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Filmoteca infantil Civican

Biblioteca Infantil Civican[Biblioblog] Lo han vuelto a hacer. La Biblioteca Civican, perteneciente a la Fundación Caja Navarra, se ha vuelto a superar en su vocación de difundir los mejores recursos para los usuarios de las bibliotecas públicas. Periódicamente la biblioteca edita guías de lectura, con selecciones que presentan desde perspectivas creativas, como su Guía anatómica 2010, donde las reseñas se agrupan en categorías como «corazón loco», «lengua de cuento» o «pupilas de cómic». Pero es sobresaliente su Filmoteca infantil Civican: una selección de películas y series (3-12 años), que acaban de editar. Como ya hicieron con la excelente guía Ritmos étnicos: una selección de músicas del mundo, que encargaron a un incontestable especialista (José Miguel López), en esta ocasión, la selección ha sido realizada por Lolo Rico, conocida por revolucionar la programación televisiva para el espectador infantil con el programa La bola de cristal, que creó y dirigió.

La guía que ahora presenta la Biblioteca Civican reúne 253 títulos de películas y series, en principio dirigidas a público infantil, pero que en muchos casos se trata de cine familiar o para todos los públicos, aunque no dejan de recogerse películas y series «para adultos», que tienen interés para audiencias infantiles y juveniles. Cada título está claramente identificado, con los datos de comercialización en el mercado español y siempre se realiza una reseña -que no se limita al mero argumento- y una serie de indicaciones: edad preferente, género, materias y personajes. Los géneros han sido agrupados en amplias y significativas categorías: animación, aventuras, ciencia ficción, documentales, series, etc. Asimismo, se emplean diferentes materias que sirven para reunir los títulos que tienen argumentos afines: amistad, amor a la naturaleza, circo, cultura y civilizaciones, conflictos familiares, secretos, etc. Por último, es de destacar su clasificación de personajes, que servirá para encontrar películas sobre amigos, cachorros, empresarios, guerreros, magos o piratas. Además, la guía propone una selección de los 25 títulos imprescindibles.

La publicación se puede adquirir en librerías, pero también se ofrece de forma gratuita a bibliotecas, para lo cual bastará con enviar un correo electrónico a la biblioteca solicitando esta guía. Enhorabuena a Villar Arellano y a su equipo de la Biblioteca Civican por la idea y por el resultado, que no puede ser más útil para quienes seleccionan recursos para público infantil. Las bibliotecas disponen de una herramienta que no procede del mercado, sino de la perspectiva crítica de quienes trabajan día a día con usuarios.

Un libro para el verano (o dos, o tres…)

Muchas son las bibliotecas que en estas fechas ya han difundido su selección de lecturas para el verano. Novelones para leer sobre toallas o novelitas para la tumbona. Es la época en la que por fin hacemos caso a los libros que hemos ido acumulando «para cuando haya tiempo»; es el momento en el que las bibliotecas nos ofrecen sus sugerencias, es la hora de apostar por un autor, un género, un estilo.  Aquí van algunos ejemplos de bibliotecas de todo tipo:

1500 estudiantes han participado en la selección Guía de lectura Verano 2009, del seminario de bibliotecas escolares de Aragón. Los estudiantes de ocho institutos aragones han decidido qué recomendar y el resultado ha sido una cuidada relación de textos, que nada tiene que envidiar a las listas de la crítica especializada.

La Biblioteca General de la Universidad de Sevilla ha seleccionado y comentado 29 títulos en su guía de Lecturas para el verano. Además, ofrece una relación de 250 obras que han incorporado recientemente y que también son de potenciales lecturas veraniegas.

Como cada año, el CILIJ ha editado su guía Lecturas para vacaciones, donde se seleccionan y comentan títulos para lectores infantiles y juveniles. 20 obras para todas las edades, que ¿a quién no le parece que la edición infantil cada vez es más sugerente?

El CEIP San Miguel y la Biblioteca Municipa de Tamarite de Litera han realizado su Guía de lecturas para el verano, desde la que sugiere títulos para adultos, para niños y para no tan niños. La guía además, quiere se un homenaje a La oruga glotona, de Eric Carle, en el 40 aniversario de su publicación.

Y otra biblioteca universitaria, la Biblioteca de Ingenieros de la Universidad de Valladolid, donde se ha creado una sección, la Biblioteca de Ocio, y dentro de ella el punto de interés Leer en verano, cuya versión web ofrecen a través de LibraryThing. También usa tecnologías de la web social la Biblioteca Escolar Juan Leiva del IES Vega del Guadalate de La Barca de la Florida, que difunde su Guía de lectura Verano 2009 en Issuu.

Ejemplos y más ejemplos: la Biblioteca Municipal de Oñati ha preparado un selección de casi cien libros, el IES Ben Arabi de Cartagena hace una selección de Libros para el verano, la Biblioteca de Alaiz ha preparado sus Pistas para leer en verano, la Biblioteca El Manantial de Bormujos difunde su Guía de Lectura para el verano… Las bibliotecas son y serán los mejores asesores para los lectores. No son pocos los bibliotecarios que saben aconsejar a los usuarios qué novela leer:

Dame una de las que me gustan, de esas que tú sabes.

¿Y qué le damos a nuestros usuarios? ¿Tú que recomiendas?

Lecturas y cursos para vacaciones

Como todos los años, el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil (CILIJ) de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez ha realizado su selección de Lecturas para vacaciones. Se trata de una guía breve en la que se ofrecen cuatro títulos por cada categoría de edad: desde 3 años, desde 6 años, desde 9 años, desde 12 años y desde 15 años. Se trata de veinte libros infantiles y juveniles seleccionados desde criterios de calidad en los que prima el buen gusto. En todos los casos se ofrece la referencia y una descripción argumental. Obras para pasar un verano divertido con la compañía de un buen libro. Además, el CILIJ también ha preparado su relación de cursos de verano relacionados con bibliotecas, lectura y literatura infantil.