Menos presupuesto y más demanda de servicios en las bibliotecas públicas

bp2Se señalan a continuación algunos de los datos más representativos publicados en el artículo Efectos de la crisis económica en las bibliotecas españolas, que forma parte del último número de El profesional de la información y cuyos autores somos Hilario Hernández y yo misma. Aunque el artículo hace referencia al conjunto de las bibliotecas, se han extraído datos correspondientes a las bibliotecas públicas, que en 2012 representan el 62,9% del total.

  • El gasto en adquisiciones se ha reducido un 35,9% entre 2008 y 2012 y es el que más está notando los efectos de la crisis. Las adquisiciones que más se han reducido son los documentos audiovisuales, sonoros y electrónicos, que acumulan un 43,6% de descenso entre 2008 y 2012. Pero también se observa una importante reducción en las altas de libros, que suponen una tercera parte menos de las registradas en 2008.
  • En 2012 las bibliotecas públicas registran 594 empleados menos que en 2010. La media de empleados por cada punto de servicio se reduce a 1,91, habiendo estado en 2,5 en 2008. Así, se retrocede a niveles de 2002, cuando era de 2,0.
  • La demanda de los servicios bibliotecarios no ha dejado de crecer en la última década, incluso se ha acentuado durante los años en que se produce la crisis económica, a partir de 2008. Las bibliotecas públicas han registrado un importante incremento del número de visitas, que entre 2008 y 2012 han aumentado en un 20,5%. Entre 2002 y 2012 el número de inscritos casi se ha duplicado, pasando de 8,2 a 15,6 millones.
  • Sin embargo, los niveles de préstamo se han estancado en 2012 debido a la desactualización de las colecciones y al cambio de hábitos de consumo de contenidos. En 2012 se prestaron 56,6 millones de documentos, un 6,1% menos con respecto al dato de 2010. Ese descenso se debe especialmente a los audiovisuales, a los documentos sonoros, a las publicaciones periódicas y a otros documentos, mientras que el préstamo de libros mantiene casi en el mismo valor de 2010, con un ligero ascenso.
  • Esta evolución se explica por los cambios en los hábitos de consumo de música, en los que los soportes físicos han sido sustituidos por el acceso y descargas a través de internet. En 2012 aún no se ha incorporado el préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas españolas, salvo algunas excepciones.

Por cortesía de la revista El profesional de la información, el artículo del que se han extraído estos datos estará disponible en acceso abierto durante un tiempo limitado.

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Bibliotecas y crisis económica (II). Las bibliotecas públicas en 2010: el desarrollo de la última década, en peligro

[Francisco J. Villoldo, Hilario Hernández, Natalia Arroyo. DAE-FGSR]

Continuamos la serie sobre la incidencia de la crisis económica en las bibliotecas españolas con un análisis de las bibliotecas públicas. Para ello hemos partido de la serie de datos anuales que publica el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte bajo el título Bibliotecas públicas españolas en cifras y que abarca toda una década, de 2001 a 2010 [1]. Esta serie de datos también permite el análisis detallado por comunidades autónomas y obtener una visión más precisa de los cambios interanuales.

El lector atento encontrará discrepancias entre los datos procedentes del Ministerio y los que publica el INE ―y que fueron analizados en el primer post de esta serie sobre bibliotecas y crisis económica― para las bibliotecas públicas, puesto que el universo es distinto en ambos.

El desarrollo de las bibliotecas públicas en la última década

G1En el anterior post de esta serie se había puesto de relieve «un afianzamiento de las bibliotecas públicas como el eje básico del sistema bibliotecario español». La última década, de 2001 a 2010, ha sido quizás la de mayor desarrollo de las bibliotecas públicas (BP) en nuestro país: el número de bibliotecas ha crecido en 1.202 nuevos puntos de servicio y ya eran 5.073 los puntos de servicio en 2010. También ha aumentado el gasto en bibliotecas, doblándose el gasto corriente por habitante, que ha pasado desde 4,51€ en 2001 a 9,78€ en 2010.

Se ha producido un notable esfuerzo en el desarrollo de las colecciones, que han crecido de 1,02 documentos por habitante en 2001 a 1,61 en 2010. Aunque aún no se han alcanzado en nuestro país los 1,5 libros por persona que recomiendan las Directrices IFLA / UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas (pdf) [2], nunca antes se ha estado tan cerca (1,41 en 2010), y son varias las comunidades autónomas que lo han superado: Navarra, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, País Vasco, Aragón, Galicia y Baleares.

Cada punto de servicio (PS) cuenta con más personal para ser atendido, con una media de 2,20 trabajadores en equivalente a tiempo completo por PS, frente a los 1,67 de 2001. El personal de las bibliotecas ha ido ganando con los años en especialización en nuestra área profesional, pues se ha acortado el número de personal que no requiere formación bibliotecaria (personal especializado y otro personal), frente a bibliotecarios profesionales y auxiliares (74,8% en 2010).

Y, finalmente, las bibliotecas están cada vez mejor equipadas, son más las que tienen funciones automatizadas y ofrecen más servicios.

El fruto del desarrollo bibliotecario de la última década

G2Fruto del desarrollo de esta década es el incremento continuado de la demanda de los servicios bibliotecarios, a pesar de la evidencia en 2010 de los primeros recortes, que se expondrán en el siguiente apartado. El número de inscritos aumenta en la misma medida que en los años anteriores, un 5%. Nunca antes había habido un mayor porcentaje de la población inscrita en BP, cercano a la tercera parte en 2010, mientras que a comienzos de la década el porcentaje de población inscrita era del 17,1%.

En 2010 se registraron 111,4 millones de visitas, más que en cualquiera de los años anteriores. Este dato ha crecido espectacularmente en los últimos 10 años en las bibliotecas públicas: si en 2001 era de 1,49 la media de visitas por habitante, en 2010 alcanzó las 2,36. El aumento en el número de visitas ha venido de la mano de usuarios no inscritos, puesto que la media de visitas por inscrito se ha mantenido alrededor de 8 a lo largo de toda la década.

Mientras se produce una incipiente oferta de contenidos digitales en las bibliotecas, se prestan más libros en papel que nunca. En total, en 2010 las BP prestaron 37,7 millones de libros entre sus usuarios, casi 3 millones más que en el año anterior, lo que representó 0,80 libros prestados por habitante, frente a los 0,59 que se registraban en 2001. Por el contrario, el préstamo de documentos audiovisuales, sonoros y electrónicos desciende en 2010 de forma generalizada (de 0,51 en 2009 a 0,49 en 2010). En algunas comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha y Navarra) ya se observaban los primeros signos en 2009, con un escaso crecimiento en el conjunto de España. Las comunidades autónomas que prestan más AVE son también las que prestan más libros: Castilla-La Mancha, Cataluña, Castilla y León, Navarra y Aragón.

G3Haciendo un cálculo aproximado, se podría decir que uno de cada cinco libros leídos en nuestro país procede del préstamo bibliotecario (19,6% del total de las bibliotecas y el 13,8% específicamente de BP). Aproximado, decimos, porque un libro tomado en préstamo no tiene por qué haber sido leído una sola vez (incluso puede no haberse leído), porque el cálculo ignora los libros leídos (o consultados) en las salas bibliotecarias, y porque los datos comparados en el cálculo han sido obtenidos por métodos distintos: los datos de préstamo proceden de la estadísticas que proporciona el INE y el Ministerio, mientras que el cálculo de libros leídos se basa en el barómetro Hábitos de lectura y compra de libros en España, 2010 (pdf), que realiza la Federación de Gremios de Editores.

Disminución del gasto y de las incorporaciones

G_4Entre 2001 y 2009 se produjo un incremento del gasto en bibliotecas, que frena en 2010. El gasto corriente en bibliotecas se mantiene prácticamente igual que el anterior año, con tan solo un incremento del 0,9%. No se trata de un fenómeno homogéneo: mientras se observa una reducción del gasto corriente considerable en la comunidad de Andalucía (que destinó a las BP 9,4 millones menos que en 2009), seguida, más de lejos por la Comunidad Valenciana (1,8 millones menos), Asturias (1,7 millones menos) y Castilla y León (1,2 millones menos), en las comunidades autónomas de Baleares, Cantabria, Madrid y País Vasco se registraron incrementos presupuestarios por encima del 20% con respecto al año anterior.

G_5El frenazo presupuestario de 2010 tampoco ha sido homogéneo en su distribución por capítulos: el gasto corriente en adquisiciones es el que se ve más afectado: en el conjunto de España se han invertido 17,1 millones menos en la incorporación de fondos. Esta tendencia es generalizada en casi todas las comunidades, pero destacan porcentualmente Andalucía, que declara haber gastado en adquisiciones un 62,3% menos que en 2009, y Murcia, un 55,2% menos. Les siguen Navarra (32,9%), Comunidad Valenciana (28,3%), Castilla y León (28,1% menos) y Galicia (19,0%). Otras comunidades, como País Vasco, Ceuta, Baleares y Rioja, que aumentan su gasto, lo hacen en menor medida que en años anteriores. Es significativo el caso de Cataluña, que mantiene el presupuesto general pero que desciende el gasto en adquisiciones un 31,2% (6,0 millones menos que en 2009).

Como consecuencia de la disminución del gasto en adquisiciones se observa también un retroceso en el número de adquisiciones declaradas, aunque en una proporción menor: en 2010 se incorporaron 5,5 millones de documentos, un 0,9% menos que en el año anterior (un 2,0% menos de libros). Esta reducción en las incorporaciones se suma a la registrada ya en 2009 (un 5,3% menos que en 2008), año en que se rompe la tendencia de crecimiento registrada a lo largo de la década.

Peligros reales para las bibliotecas

La expansión de los contenidos digitales no está afectando a las bibliotecas en el uso de sus servicios presenciales, como se ha visto anteriormente con el aumento del préstamo. Muy al contrario, el préstamo de libros en papel es cada vez más demandado. Sin embargo, sí está descendiendo el préstamo de documentos audiovisuales, que se ve afectado por el cambio en los hábitos de consumo de contenidos digitales.

El desarrollo bibliotecario de la década y el aumento de la demanda de los servicios bibliotecarios corren el peligro de frenarse en los próximos años con el descenso del gasto en las colecciones y el estancamiento o reducción de las demás partidas. Las Directrices de la IFLA / UNESCO especifican que «es imprescindible mejorar permanentemente los fondos para que las personas dispongan de un surtido constante de materiales nuevos y para satisfacer las demandas de servicios nuevos y de diferentes niveles de uso». Una colección desactualizada incide directamente en la percepción de los usuarios de los servicios bibliotecarios, quienes obtienen una pobre imagen de ellos.

Notas

[1] A través de la web del Ministerio se pueden consultar los datos de 2006 a 2010. El resto de los datos de la serie, de 2001 a 2005, han sido obtenidos del estudio Las bibliotecas públicas en España. Dinámicas 2001-2005 (pdf).

[2] Hay una nueva edición revisada de las Directrices de IFLA, de 2010, aún sin versión en español (IFLA Public Library Service Guidelines). En la sección Standards for collections, se establece como guía general de 2 a 3 documentos (en inglés, ‘items’) por habitante. Cabe, pues, considerar que el estándar ‘de 1,5 a 2,5 libros’ (no documentos) de la edición de 2001 sigue vigente. El índice de documentos por habitante en BP en España ha llegado a 1,61 en 2010.

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Bibliotecas y crisis económica (I). Las bibliotecas españolas en 2010

[Natalia Arroyo, Hilario Hernández, Francisco J. Villoldo. DAE-FGSR]

La reciente publicación de los datos estadísticos de las bibliotecas españolas referidos a finales de 2010 permite un primer análisis de la situación de las mismas en un contexto de crisis económica. De la información disponible, cabe poner de relieve:

  • Un incremento en el uso que los ciudadanos hacen de los servicios bibliotecarios.
  • En relativo estancamiento de las dotaciones económicas asignadas a las bibliotecas, que en el caso de los gastos en adquisiciones significa claros recortes.
  • Un afianzamiento de las bibliotecas públicas como el eje básico del sistema bibliotecario español.

Introducción y contexto

Partiendo de la consideración de que es necesario contar con evidencias de cómo los recortes que se vienen denunciando inciden en las bibliotecas y su funcionamiento, se comienza con ésta una serie de entradas en las que analizaremos los signos de la crisis económica en las bibliotecas de nuestro país a partir de dos grupos de datos estadísticos:

  1. Los publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
  2. Los publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Este primer post trata de analizar la información publicada en la Estadística de bibliotecas del INE, que recoge, con periodicidad bienal, en años pares, los datos del conjunto de las bibliotecas españolas (a excepción de las escolares), y nos permite obtener una visión general del panorama bibliotecario a 31 de diciembre de 2010.

INE1Entre 2002 y 2010 la población de nuestro país creció casi en 4,5 millones de habitantes, unos 445.000 en los dos últimos años. En esos mismos años tan solo las bibliotecas públicas han aumentado en número (39 bibliotecas más en 2010 que en 2008), mientras que se han registrado menos bibliotecas entre las universitarias, las especializadas y las destinadas a grupos específicos de usuarios. En nuestro país hay más bibliotecas públicas que de cualquier otro tipo (el 63,0% del total en 2010) por lo que su peso en el conjunto de las estadísticas del INE influye especialmente en los datos totales.

El evidente descenso del gasto en adquisiciones

Los gastos corrientes de las bibliotecas en España alcanzaron en 2010 los 984,7 millones de euros, unos 40 millones más que en 2008, y un crecimiento anual medio del 2,1%. Sin embargo, este dato debe interpretarse más bien como una desaceleración si se tiene en cuenta que el índice de precios al consumo para el conjunto del período se situó en el 6,1 y que en los años anteriores, de 2002 a 2008, los gastos corrientes en bibliotecas crecieron a un ritmo medio anual del 9,6%. Esta desaceleración no ha sido homogénea entre los distintos tipos de biblioteca ni ha afectado de la misma forma a los distintos capítulos del presupuesto, algunos de los cuales mantienen un crecimiento moderado, mientras que algún otro presenta serios recortes.

INE2aLos gastos en adquisiciones son los que se han visto claramente mermados en todo tipo de bibliotecas en estos últimos años. Sólo las bibliotecas de instituciones de enseñanza superior se mantuvieron en 2010 con un ligero incremento del 2,2% con respecto a 2008. Después de ellas, fueron las bibliotecas públicas las que menos disminuyeron su presupuesto (-18,7%, casi 12 millones menos). La reducción del gasto en adquisiciones fue importante en los casos de la Biblioteca Nacional (-51,9%) y de las bibliotecas centrales de comunidades autónomas (-50,1%), pero también fue significativa entre las bibliotecas especializadas (-25,4%, casi 14 millones menos en 2010 que en 2008).

INE2bFue el gasto en personal el que acaparó el incremento fundamental del gasto entre los dos años, con un 11,2% de gasto más en 2010 que en 2008 (65 millones de euros). El capítulo de otros gastos muestra un ligero incremento, del 1,3% (1,6 millones de euros), mientras que el presupuesto destinado a adquisiciones registra en 2010 hasta 26,5 millones de euros menos que en 2008, un 11,1% en términos relativos.

Fondos e incorporaciones, también a la baja

La consecuencia de la bajada en las dotaciones presupuestarias para recursos informativos han sido evidentes. Las colecciones de las bibliotecas crecieron menos que en años anteriores y, aunque en las bibliotecas había en 2010 casi 10,6 millones más de documentos que en 2008, se incorporaron menos novedades que en los seis años precedentes. Las públicas fueron las bibliotecas donde más se incrementaron las colecciones (10,4% con respecto a 2008), frente a otras donde los fondos prácticamente se mantuvieron, con crecimientos casi nulos que oscilaron entre el 1,1% de la Biblioteca Nacional y el 3,1% de las centrales de comunidades autónomas.

INE3El descenso en el número de incorporaciones fue generalizado en todo tipo de bibliotecas: en 2010 se incorporaron 973.000 libros en papel y 662.000 documentos sonoros, audiovisuales o electrónicos (AVE) menos que en 2008. En total, las bibliotecas ingresaron 6,4 millones de libros y 1,4 millones de AVE. El crecimiento en las adquisiciones de libros fue negativo en todo tipo de bibliotecas, y sólo en las universitarias fue apenas perceptible. También se produjo un descenso generalizado en la incorporación de documentos sonoros, audiovisuales o electrónicos en todo tipo de bibliotecas.

El crecimiento de la demanda de los servicios bibliotecarios

A pesar de la desaceleración de los gastos corrientes en bibliotecas y del descenso generalizado en los gastos de adquisiciones, a los que anteriormente se hizo mención, la demanda de los servicios bibliotecarios fue mayor en 2010 que en años precedentes.

INE4aEn 2010 las bibliotecas recibieron 216 millones de visitas, 11 millones más que en 2008. Este importante crecimiento, similar en proporciones al de años anteriores, vino especialmente provocado por un importante crecimiento de las visitas a las bibliotecas públicas (108 millones en 2010). Este último dato constituye el mayor incremento desde 2002, y se produjo precisamente en los años de la eclosión de la crisis económica. Sin embargo, con respecto a 2008, las visitas recibidas por las bibliotecas de instituciones de enseñanza superior descendieron en 2010 en un 3,4%.

INE4bEn el número de inscritos se observa la misma tendencia que en las visitas, igualmente sostenida por los datos de las bibliotecas públicas —con 1,85 millones más de inscritos entre 2008 y 2010— y un descenso en las instituciones de enseñanza superior. Así, las bibliotecas de todo el país registraron más de 18 millones de inscritos en 2010, lo que representa un 38,2% de la población española con carné de alguna biblioteca.

INE5aEse mismo año se prestaron 82 millones de documentos en las bibliotecas de todo el país. El 73,3% de los préstamos fue realizado en bibliotecas públicas, que han ido ganando peso con los años y viendo cómo la demanda de este servicio por los ciudadanos es cada vez mayor. También las bibliotecas universitarias acusaron un importante incremento en el préstamo, con más de 4,5 millones más en los dos últimos años.

Los libros en papel fueron los documentos más prestados (65,3% del préstamo total en 2010) y su demanda se incrementó en las bibliotecas, pues se prestaron 5,9 millones más de libros en 2010 que los prestados dos años antes. Sin embargo, los préstamos de AVE descendieron en ese mismo período un 4,2%, continuando un decrecimiento experimentado ya a mediados de la década y que acusa así los cambios en los hábitos de consumo de los españoles.

INE5b

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Bibliotecas públicas y crisis económica

[Biblioblog] El 18 y 19 de febrero tuvieron lugar en Murcias las Jornadas La acción social y educativa de las bibliotecas públicas en tiempo de crisis, en las que se analizó el papel de las bibliotecas públicas en esta etapa de crisis económica. Además de los debates propios de un encuentro de este tipo, los participantes redactaron un manifiesto-decálogo que, por su interés, reproducimos en Biblioblog. La fuente original es el Blog de la BR de Murcia, biblioteca donde se  celebraron las Jornadas.

Declaración de Murcia sobre la acción social

y educativa de las bibliotecas públicas en tiempo de crisis

( Biblioteca Regional, 19 de febrero de 2010)

Los participantes en las Jornadas “La acción social y educativa de las bibliotecas públicas en tiempo de crisis”, realizadas los días 18 y 19 de febrero de 2010 en la Biblioteca Regional de Murcia, acuerdan difundir la siguiente Declaración:

  1. Las bibliotecas realizan una función social y educativa, de apoyo a las personas y comunidades en todo momento. Pero, particularmente, pueden ser un recurso fundamental de inclusión y promoción social cuando la crisis económica incrementa el número de personas en paro, precariedad laboral, vulnerabilidad o exclusión social.
  2. Hay numerosos proyectos, experiencias y buenas prácticas de servicios bibliotecarios orientados a la formación de competencias básicas, capacitación laboral y apoyo al aprendizaje permanente. Con ello las bibliotecas demuestran su poder de promoción y generación de oportunidades para las personas.
  3. La realización de servicios y proyectos de formación laboral por parte de las bibliotecas se debe llevar a cabo en colaboración y alianza con todo tipo de organismos de promoción laboral e integración social, así como con todas las organizaciones de la sociedad civil preocupadas por la inclusión social.
  4. En tiempos de crisis las bibliotecas deben reivindicar tanto el mantenimiento de sus presupuestos públicos como buscar fuentes y oportunidades alternativas de financiación (fundraising), manteniendo su independencia y principios.
  5. Es imprescindible la formación del personal de las bibliotecas como mediador de los procesos del aprendizaje. Esta formación debe estar presente tanto en la formación inicial universitaria de los titulados en Biblioteconomía, como en los planes de formación permanente de los bibliotecarios en ejercicio.
  6. Los profesionales de las bibliotecas tienen el compromiso ético y deontológico de contribuir al acceso, uso y comunicación de la información por parte de todos, de acuerdo con las declaraciones de los derechos humanos, y su labor informativa y educativa contribuye a posibilitar y extender el ejercicio real de estos derechos.
  7. Hay que transmitir y hacer que la sociedad conozca la función de la biblioteca como institución de formación permanente, inclusión social y puerta de acceso a la sociedad de la información para todos.
  8. Consideramos que el aprendizaje a lo largo de la vida es una necesidad para todos los ciudadanos, y que por ello debe considerarse un servicio fundamental de las bibliotecas públicas.
  9. La biblioteca debe atender especialmente las necesidades inclusivas y educativas de las personas y colectivos más vulnerables en el contexto en que su ubiquen: infancia, personas sin estudios, minorías inmigrantes, personas con discapacidad, personas sin recursos, en paro, mayores, etcétera. Con ello contribuye a compensar las desigualdades sociales existentes para acceder al conocimiento y la información.
  10. La planificación estratégica y la anticipación de las necesidades y problemas sociales deben ser prácticas de los profesionales de las bibliotecas para responder y hacer frente a las dificultades económicas. Con ello podrán convertir la crisis económica en una oportunidad de incrementar su utilidad y lograr el máximo reconocimiento de su labor informativa, educativa, cultural y social.