[Biblioblog] Después del uno viene el dos, tal y como nos enseñaron en nuestra niñez, así que después de la primera bibliocata tenía que venir una segunda, y posiblemente vendrá una tercera. Detrás de esta simple cuestión numérica no había otra intención que la de repetir la buena experiencia de la visita a Elciego. Siguiendo el hilo conductor que marcan los productos de nuestra tierra llegamos a Peñafiel, atraídos por sus bodegas y su biblioteca, una de las más activas que conocemos y buen ejemplo de que querer es poder. La biblioteca de Peñafiel no cuenta con grandes presupuestos, pero sí con las ganas de que los peñafielenses la disfruten y con un equipo entusiasta compuesto por Pilar, Judit y Marisa y que por sus hazañas se podrían comparar a cualquier equipo de héroes de cómic. Sus superpoderes no son otros que el trabajo diario, una gran imaginación y el deseo de ofrecer los mismos servicios a los ciudadanos de Peñafiel que una gran biblioteca.
Una vez cubierta la parte bibliotecaria llegó el turno de la cata, a cargo de las bodegas Protos en la misma localidad. Tras una visita a sus nuevas instalaciones, diseñadas por el estudio del arquitecto Richard Rogers, pudimos degustar un afrutado verdejo y un crianza estupendo.
En la parte más personal, se echó de menos a nuestro anterior maestro de ceremonias, que no pudo estar en esta ocasión, y a otros compañeros que estuvieron en la primera cata. Contamos sin embargo con nuevos fichajes que hicieron que merecieran la pena los kilómetros rodados.