Menos presupuesto y más demanda de servicios en las bibliotecas públicas

bp2Se señalan a continuación algunos de los datos más representativos publicados en el artículo Efectos de la crisis económica en las bibliotecas españolas, que forma parte del último número de El profesional de la información y cuyos autores somos Hilario Hernández y yo misma. Aunque el artículo hace referencia al conjunto de las bibliotecas, se han extraído datos correspondientes a las bibliotecas públicas, que en 2012 representan el 62,9% del total.

  • El gasto en adquisiciones se ha reducido un 35,9% entre 2008 y 2012 y es el que más está notando los efectos de la crisis. Las adquisiciones que más se han reducido son los documentos audiovisuales, sonoros y electrónicos, que acumulan un 43,6% de descenso entre 2008 y 2012. Pero también se observa una importante reducción en las altas de libros, que suponen una tercera parte menos de las registradas en 2008.
  • En 2012 las bibliotecas públicas registran 594 empleados menos que en 2010. La media de empleados por cada punto de servicio se reduce a 1,91, habiendo estado en 2,5 en 2008. Así, se retrocede a niveles de 2002, cuando era de 2,0.
  • La demanda de los servicios bibliotecarios no ha dejado de crecer en la última década, incluso se ha acentuado durante los años en que se produce la crisis económica, a partir de 2008. Las bibliotecas públicas han registrado un importante incremento del número de visitas, que entre 2008 y 2012 han aumentado en un 20,5%. Entre 2002 y 2012 el número de inscritos casi se ha duplicado, pasando de 8,2 a 15,6 millones.
  • Sin embargo, los niveles de préstamo se han estancado en 2012 debido a la desactualización de las colecciones y al cambio de hábitos de consumo de contenidos. En 2012 se prestaron 56,6 millones de documentos, un 6,1% menos con respecto al dato de 2010. Ese descenso se debe especialmente a los audiovisuales, a los documentos sonoros, a las publicaciones periódicas y a otros documentos, mientras que el préstamo de libros mantiene casi en el mismo valor de 2010, con un ligero ascenso.
  • Esta evolución se explica por los cambios en los hábitos de consumo de música, en los que los soportes físicos han sido sustituidos por el acceso y descargas a través de internet. En 2012 aún no se ha incorporado el préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas españolas, salvo algunas excepciones.

Por cortesía de la revista El profesional de la información, el artículo del que se han extraído estos datos estará disponible en acceso abierto durante un tiempo limitado.

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Con mis RSS a cuestas

¿Usabas Google Reader y estás pensando a dónde migrar tus suscripciones? Date prisa si quieres disponer de una copia de todos los enlaces que has ido acumulando y migrarlos directamente a otro lector de RSS.

Google Reader conserva las suscripciones sólo hasta el 15 de julio de 2013.

¿Cómo hacemos una copia entonces?

1. Haz una copia, pero ya, de tus suscripciones. Para ello, vete a Google Takeout e idéntificate con el usuario que usaras en Google Reader.

2. Google Takeout es la herramienta de Google desde la que se pueden conseguir copias de nuestros datos en cualquier servicio de Google. Como seguro que usas alguno más, es mejor que selecciones sólo Google Reader.

  • Una vez identificado, elige Seleccionar servicios y en la lista selecciona Google Reader

3. Elige Crear archivo, para comenzar la descarga. Google te abrirá otra página y te mostrará el estado de la descarga. Cuando acabe, elige la opción Descargar.

  •  Habrás descargado un archivo comprimido (zip) con el nombre de tu cuenta, pero de entre todos los ficheros nos interesa un archivo especialmente: subscriptions.xml. Descomprime el zip y guarda (bien) el archivo subscriptions.xml.

4. El archivo subscriptions.xml contiene todas nuestras suscripciones y las carpetas que habíamos creado en Google Reader. Este fichero es el que usaremos para importarlas al lector que elijamos.

  • El archivo subscriptions.xml es el OPML, el fichero codificado con toda la información de las carpetas y suscripciones RSS de nuestra cuenta, que vamos a necesitar para importar todos nuestros enlaces a cualquier otro lector.

¿Y a dónde nos vamos ahora?

Pues esto es como los helados, que a cada uno le gusta de un sabor (y hay gente rara a la que ni les gustan). Yo os voy a dar tres opciones, las que mejor conozco:

  1. Feedly http://www.feedly.com
  2. The Old Reader http://theoldreader.com
  3. Digg Reader http://digg.com

En los tres casos se puede importar el archivo OPML que hemos descargado de Google Reader con toda la información.

¿Sí, pero tú con cual te quedarías?

Pues yo he usado los dos primeros, estoy contento con Feedly en dispositivos móviles y con Old Reader en web, pero llevo unos días probrando Digg y creo que me quedaré con él, porque tiene diferentes utilidades que me están sirviendo mucho:

  • Administra RSS: suscripciones, carpetas, no leídos, fácil reorganización de contenidos.
  • Usa servicios de lectura diferida: Pocket, Readability, Instapaper.
  • Envía directamente las noticias a redes sociales (Twitter, Facebook)
  • Permite recomendaciones en el propio Digg y guardar favoritos.
  • Genera RSS de nuestros favoritos y recomendados.
  • Facilita la consulta a las noticias más recomendadas.
  • Permite exportar el OPML de Digg Reader (como XML)

Suena bien, ¿cómo importamos a Digg las suscripciones?

Digg es un clásico de la web 2.0, ya que fue uno de los primeros servicios de noticias participativas, tipo Menéame (o al revés). Nada más que Google anunció que cerraba su reader, ellos anunciaron que se ponían a construir uno. Desde hace poco tiempo está disponible y todavía siguen haciendo mejoras para conseguir que de verdad sea el sustituto de Google Reader. Si quieres migrar tu OPML a Digg:

  • Desde la página principal Digg Reader http://digg.com elige Digg Reader. Identifícate con cualquier cuenta (Twitter, Facebook, Google, Digg). Te pedirá la típica autorización para conectar servicios. Una vez identificado, ya has creado una cuenta, así que ya puedes importar.
  • Te invitará a exportar tus RSS de Google Reader, como ya lo hemos hecho, nos lo saltamos, que eso de Skip-Skip nos alivia mucho.
  • Estamos en el escritorio de Digg Reader, en la esquina superior está la ruedecita de configuración, vamos a ella (Settings).
  • Busca Digg Reader – Import OPML / Google Takeout – Upload. Casi está: ahí selecciona Upload.
  • Elige Upload your data y selecciona el famoso archivo subscriptions.xml, que descargamos de Google Reader.
  • Digg Reader deberá importar sin problemas todo tu contenido en Google Reader, tanto la estructura de carpetas como los suscripciones. 

No perdemos nada por probarlo, eso sí, no perdáis el archivo OPML de Google Reader, por si queréis probar con cualquier otro servicio disponible o de los que irán apareciendo. Como siempre, comentarios abiertos para ideas o recursos.

Digg Reader

12 servicios en línea que ayudan a informarse y a informar

[Biblioblog] Quienes vivimos de dar información necesitamos estar informados. Cada vez es más sencillo recibir información, seleccionar enlaces, organizar contenidos, acceder a documentos o preservar recursos. El objetivo: emplear sólo el tiempo imprescindible para obtener toda la información que necesitamos. La realidad: el exceso de información requiere invertir mucho tiempo para conseguir estar actualizados y mantener organizados los recursos necesarios. La solución: emplear servicios que permitan recibir la información que necesitamos, así como organizarlos y acceder a ella cuando sea necesario. El consejo: dedica el menos tiempo posible a la recopilación de información. El otro consejo: dedica todo el tiempo que sea necesario para conocer herramientas, servicios y técnicas que permitan:

  • recibir de forma automática la información que necesites,
  • seleccionar la información y recursos que sean de tu interés,
  • organizar los contenidos para su localización inmediata,
  • almacenar los documentos para su consulta posterior y
  • difundir y compartir los recursos demandados

 

Existen múltiples formas de realizar estas operaciones, pero voy a resumirlas agrupadas en 12 servicios, con la intención de ofrecer algunos recursos que son especialmente útiles para realizar estas operaciones (informarse para informar). Y hoy 12/12/12 es un buen día para compartir 12 servicios, a las 12:12, a modo de cábala. Se trata nada más de una selección personal -incluso íntima- de los servicios que empleo de forma cotidiana.

12.12.12

12 servicios de información para informarse, hoy (12/12/12, 12:12)

 1. Redes sociales. Nadie duda de la utilidad de las redes sociales ¿o todavía estamos en ello? Desde mi punto de vista, es indispensable estar en Twitter (sí, para mí es una red social, aunque es también es más que eso) y, porque la realidad es la que es, al menos también deberíamos estar en Facebook, sacándole el provecho informativo que tienen sus grupos de interés que, aunque se reproducen por esporas, permiten que nos integremos en aquéllos que sean de nuestros ámbitos, para poder recibir las actualizaciones de otras personas con los mismos intereses. En ocasiones he empleado Buffer para programar «tuits», algo que es útil, pero que conlleva que Twitter desconfíe de ti. Por otra parte, una buena solución para agrupar nuestra presencia en redes es HootSuite, muy recomendable para consulta desde dispositivos móviles. ¿Y redes científicas? Sí, existen y pueden ser útiles. En mi opinión, ResearchGate es de las pocas que merecen la pena en este momento (12/12/12). Hay muchas más, pero sólo quiero pararme en las que utilizo con frecuencia, como haré en el resto de las categorías.

2. Sindicación de contenidos. Sigue siendo el gran descubrimiento del mundo 2.0, aunque también siga siendo habitual que hables de ello, te escuchen con interés y te pregunten después ¿cómo pude vivir sin saberlo? A día de hoy (12/12/12) el servicio más recomensable para mí es Google Reader. Simple, sencillo y lleno de utilidades: compartir con redes, enviar a sistemas de lectura o almacenamiento, crear hilos de sindicación a partir de conjuntos de recursos sindicados, ser un medio para exportar contenidos que se vean en otras páginas o servicios, …  Lo dicho, un filón, que ha demostrado hacer muy bien su función: seleccionar contenidos sindicables, organizarlos, recibirlos desde donde queramos o enviarlos a donde sea necesario. Realmente, uso Google Reader desde su web cuando trabajo con un ordenador, desde su aplicación específica si estoy con tableta Android y desde la aplicación Feedly, si uso dispositivos iOS. También integro algunas carpetas de mi «reader» en servicios de descubrimiento de los que hablaré en unos párrafos.

3. Curación de contenidos. Sí, la palabreja se quedará con nosotros, amigos curators. A medida que se selecciona información es útil ofrecer u ofrecérnosla en un entorno agradable y fácil de construir. Esto es, necesitamos usar sistemas que permitar decidir qué informaciones queremos salvar y una plataforma para agruparlas, difundirlas y organizarlas. A menudo estos servicios son escaparates de contenidos ajenos (o redes tejidas de retales). No soy un usuario especialmente atraído por este tipo de herramientas, pero reconozco su utilidad actual (12/12/12) y por algo son muy usados servicios como Pinterest, Storify, Scoop.it o Paper.li. No, no voy a entrar en disquisiciones conceptuales, ya que concibo como servicios de curación a los que permiten seleccionar fuentes externas y agruparlas de forma conjunta. Los citados en estas líneas y algunos servicios de los que desgrano en esta nota sirven para esa función.

4. Favoritos sociales. ¿Por qué olvidarse de estas herramientas, si siguen siendo extraordinariamente útiles? Parece que ya no se llevan los servicios que permiten seleccionar enlaces, describirlos, etiquetarlos,… organizar la web de forma personal, en definitiva. Mi favorito entre los favoritos sigue siendo Delicious, un clásico eterno. Sus idas y venidas, sus cambios de empresas y políticas le quitaron presencia, pero sigue ahí, ahora (12/12/12) en plena modernización y para mí siempre fue una herramienta de apoyo que me ha permitido encontrar «aquella página que un día descubrí y que ahora no me acuerdo de cómo se llamaba, pero que trataba de…». Muchos de los que se fueron de Delicious están en Diigo, porque tampoco hay mucho más en esta línea que merezcan la pena. Estas herramientas permiten exportar los recursos, integrarlos en otras fuentes, seguir a usuarios similares y otras utilidades que conviene conocer para emplearlas de forma constructiva y creativa.

5. Gestión bibliográfica. Administrar referencias de documentos o bien referencias junto a sus documentos completos es algo totalmente necesario. Los gestores bibliográficos son indispensables para organizar la bibliografía que empleamos y para poder trabajar con ella de forma sencilla, exportando referencias o compartiendo la información bibliográfica o el documento. Dos son los servicios abiertos que empleo y que recomiendo Zotero y Mendeley, además en este grupo hay herramientas comerciales de indiscutible utilidad. Me quedo con los dos citados, ya que ambos parten de la misma filosofía: seleccionar referencias en espacios privados (ordenador o equipo local) además de remotos (cuenta en línea), con opciones de importación/exportación y posibilidades de creación de grupos abiertos. Mendeley cobra la delantera porque también tiene aplicación para dispositivos móviles, algo esencial hoy (12/12/12).

6. Descubrimiento de contenidos. Vamos a llamar así a los servicios que permiten ser configurados para recibir informaciones de temas de nuestro interés, ya sea a partir de fuentes seleccionadas por nosotros (por ejemplo, desde servicios de sindicación) o porque los mismos servicios extraen información de fuentes afines, notas de blogs, selecciones de webs o de publicaciones que se ajustan a nuestros perfiles informativos. La mayoría de estos servicios permiten partir de fuentes conocidas o empleadas en Google Reader, por ejemplo, como ocurre con Flipboard, pero en otras, como Zite, el punto de partida es la web en general y poco a poco se va perfeccionando para recibir información pertinente sobre nuestros temas. También es recomendable en este momento (12/12/12) la aplicación Google Currents, disponible para tabletas y móviles, aunque se trata de un servicio para decir de qué fuenes te gustaría recibir información, con lo que se pierde la idea de descubrimiento: el servicio te ofrece informaciones de tu interés, seleccionadas a partir de las preferencias que se han ido indicando.

7. Lectura diferida de información. Doy este nombre, coherente con su utilidad, a los servicios «leer más adelante», «enviar para su lectura», «guardar para leer después»… Las herramientas que permiten seleccionar páginas, noticias o párrafos para su lectura posterior son esenciales para que la fase de selección de informaciones se realice de forma estructurada. Mediante herramientas como las de sindicación de contenidos o las denominadas de descubrimiento de contenidos se va a localizar abundante información de interés a primera vista, que gracias a estas utilidades de lectura diferida se pueden almacenar para su posterior revisión y uso. En este momento (12/12/12) estoy empleando esencialmente Pocket, tanto como aplicación para dispositivos móviles como en web, mediante su extensión para Firefox. Son muchos los que prefieren la aplicación Evernote, que me consta que es muy recomendable.

8. Lectura de libros electrónicos. Si hablamos de lectura de libros electrónicos tenemos que suponer que estamos leyéndolos desde tabletas o desde lectores de libros electrónicos. Si hablamos de lo mismo, os cuento que hoy (12/12/12) empleo sobre todo la aplicación del clásico Adobe Reader para los pdf (en cualquier dispositivo), el lector de Kindle para los mobi (en cualquier dispositivo), la aplicación iBooks para epub (en dispositivos iOS) y Kobo o iBooks (en dispositivos Android). Aquí no me caso con nadie, que se peguen entre ellos, que me quedo con lo más conveniente según el formato o el dispositivo que emplee (que son varios, como veis). Entre las redes de lectores y/o servicios de lectura en línea destaco 24Symbols, con aplicacións para iOS y para Android, que integra aplicación para leer los libros de tu biblioteca dentro de este servicio de lectura participativa.

9. Presentación de documentos. Con frecuencia necesitamos alojar documentos en un servidor para insertarlos en otra publicación, como suelen ser blogs o contenidos web. Para ello, los recursos más empleados siguen siendo Slideshare, en cuanto a presentaciones tipo «power point», así como Issuu, Calaméo (con aplicación iOS) o Scribd para documentos de texto, boletines, informes, etc. Se trata de herramientas que llevan tiempo disponibles y que todavía hoy (12/12/12) siguen siendo recomendables, tanto como servicios para alojar nuestros contenidos como para emplearlos a modo de almacén desde el que obtener recursos para insertar o embeber en otras fuentes de nuestra creación. En este apartado se debe incluir Prezi, con muchos seguidores y que también empleo en determinadas ocasiones, especialmente para aquellas ocasiones en las que el continente es tan importante como el contenido (o más).

10. Reproducción de recursos audiovisuales. Al igual que en la categoría anterior, a menudo es necesario disponer de espacios para alojar imágenes, vídeos o grabaciones de audio, ya sea para disponer de un servicio externo en el que depositar nuestra producción audiovisual o para emplearlos como recursos de apoyo, en el caso de que queramos insertar audios, vídeos o imágenes en otra publicación, como un blog o una página web. Para esta utilidad siguen siendo útiles Youtube y Vimeo para vídeo, Flickr y Picasa para imágenes e iVoox para audios. Aquí no os descubro ningún mundo; además de que hay bastantes sitios útiles para estas utilidades, yo os cuento simplemente los que estoy empleando ahora (12/12/12), consciente de que hay mucho más que decir y de que digo recursos poco novedosos, pero útiles.

11. Almacenamiento de documentos. Preservar para la posteridad (o no) documentos que necesitamos, almacenándolos en un servidor remoto, o disponer de un espacio para compartir archivos que queremos editar de forma conjunta o dar a conocer a un grupo de personas, es posible gracias a servicios remotos de conocida reputación, como son Dropbox y herramientas similares. Uso este servicio (vía web y apps) para almacenar y compartir archivos; además, empleo Google Drive, cuando quiero compartir documentos para su revisión simultánea con personas con las que estoy trabajando (o no). También en este caso, haber más servicios, los hay, pero estos son a los que más partido les estoy sacando hoy (12/12/12) . Además, debo añadir que, para emplear archivos de Office en dispositivos móviles, es muy recomendable emplear CloudOn, una aplicación que me ha resuelto algún problema en viajes o desplazamientos.

12. Publicación de contenidos. Informarse para informar, ésa es la máxima. Muchas de las utilidades anteriores son servicios para personalizar nuestras técnicas de autoinformación y algunos sirven además para difundir los recursos que hemos seleccionado; pero, cuando necesitamos publicar contenidos propios en servicios abiertos y participativos, lo más conveniente es emplear plataformas de blogs. Para ello, siguen siendo excepcionales WordPress y Blogger, que son empleados (12/12/12) por la inmensa mayoría de los blogueros (nosotros en Biblioblog comenzamos en Blogger y ahora usamos WordPress). También recomiendo de forma muy decidida la creación de contenidos en Tumblr, que permite la integración de utilidades de publicación de blogs con las de las redes sociales o las de curación de contenidos. No sé por qué en España no ha tenido el éxito que tiene en otros países, será por el nombre, pero como herramienta es sencilla, fácilmente adaptable a nuestras necesidades, está disponible para móviles y permite resultados de primer nivel. Por último, para publicación de contenidos hay que seguir mencionando plataformas de wikis como Wikispaces, Google Sites para sitios web o AboutMe para la publicación de páginas informativas.

Nada más, que no se trataba de dar una charla sobre recursos 2.0 ni de hacer una revisión de lo mejor de cada categoría. Hoy es 12/12/12, creo que ya lo he dicho, y para celebrarlo (¿por qué no?) os he expuesto las herramientas que más empleo para los 12 servicios básicos que utilizo para informarme y para difundir información, todos ellos gratuitos y disponibles de forma sencilla para quien considere que puedan serles útiles. Ésa ha sido mi intención: ser útil. Siempre estarán abiertos los comentarios para ampliar y recomendar más servicios, que el mundo no termina hoy (12/12/12) y somos seres ávidos de recibir información.

 

Bibliotecas y guías de viajes


guiaTradicionalmente las bibliotecas entramos en la planificación de las vacaciones de nuestros usuarios cuando necesitan una guía turística del destino elegido; mantener actualizado este material es complicado, las guías deben renovarse constantemente y pocas veces recogen un tipo de información que es vital en cualquier servicio de la sociedad de la información: las recomendaciones de personas que han realizado ya el viaje y cuentan sus experiencias. Y, por supuesto, no contemplan los cambios de última hora (horarios de museos, transportes, etc.). Tradicionalmente, sí…pero ya no viajamos como antes (de hecho, tal y como está el panorama, ya no viajamos); la planificación de nuestras vacaciones empieza delante de una pantalla desde la que buscamos destinos, vuelos, hoteles, sugerencias…

Si aprovechamos la “nube” para mejorar nuestros servicios la próxima vez que un usuario se acerque a la biblioteca a por una guía le podremos ofrecer (además de un buscador de ofertas de vuelos y hoteles, que supongo ya tendrá bajo control) la posibilidad de ayudarle a crear una guía personalizada y actualizada con los contenidos que necesita.

La guía empieza con una búsqueda más o menos exhaustiva en la red (podemos ayudarnos de las guías que tengamos de otros años para ver que es lo más interesante para visitar); elegidos los destinos y lo que se desea visitar podemos dedicarnos a encontrar información práctica y actualizada sobre transportes, restaurantes, hoteles, consejos prácticos, actividades (festivales, espectáculos, fiestas…) que se realicen coincidiendo con la estancia en el destino.

Una vez “recolectada” la información (podríamos imprimirla pero) creo que la mejor solución es almacenarla en un dispositivo tipo tablet, lector de libros o teléfono smartphone; si hacemos caso a las estadísticas muchos usuarios poseen artefactos de este tipo del que desconocen todas sus posibilidades y la biblioteca está ahí para abrirle ese nuevo mundo.

Como el escenario más habitual al que el viajero se va a enfrentar es uno en el que no hay cobertura web (bien porque estará en un lugar apartado o en el extranjero con unas tarifas prohibitivas…) deberemos tener almacenada y disponible toda la información en nuestro dispositivo. Por experiencia propia lo mejor es el teléfono y lo peor el tablet (esas pantalla retroiluminadas se llevan bastante mal con el sol inmisericorde…); la tinta electrónica de los ebooks y su tamaño los hacen muy interesantes aunque su, de momento, falta de conexión a la red hace necesario que llevemos todo almacenado antes de emprender el viaje (debemos generar un rss para crear un epub con Calibre y cargarlo en nuestro libro electrónico)

¿Cómo gestionamos la información? Hay aplicaciones muy interesantes para tablets y teléfonos (dispositivos con acceso a la web) como Read it Later, Instanpaper, Evernote…, herramientas que permiten almacenar lo que encontramos en la red, gestionar la información (etiquetar, describir) desde nuestra cuenta de usuario y tenerla actualizada en todos nuestros dispositivos. Aunque no tengamos acceso a la red podremos consultar la información almacenada. Además si en el hotel disponemos de wifi podemos seguir cargando contenidos (planificar la excursión del día siguiente, cargar referencias de restaurantes, transportes…). Información actualizada, almacenada y, no lo olvidemos, disponible en dispositivos que nos dicen en donde estamos (geoposicionamiento).

Por cierto, ya puestos, ¿alguien se anima a crear una guía turística sobre su municipio? Podría ser una buena manera de dar uso a esos libros electrónicos ávidos de contenidos locales

Servicios bibliotecarios en entornos digitales

[Biblioblog] Esta semana he tenido ocasión de participar en el 1er Seminario sobre Servicios de Información, que se convocaba de forma conjunta con la 3a Conferencia Regional sobre Catalogación, actividades que convoca con gran seguimiento el Sistema de Bibliotecas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En el programa, nos encargamos de las conferencias y talleres sobre servicios Alfonso López Yepes (servicios audiovisuales), Nieves González Fernández-Villavicencio (marketing 2.0) y yo (servicios digitales de información).  Además, las ponencias y talleres se completaron con expertos en RDA. Fue un provechoso viaje relámpago,  que sirvió para conocer a un buen grupo de profesionales motivados y con la actitud necesaria para detectar que los cambios ya han llegado y necesitan ser asumidos como parte de nuestra actividad y servicios.

Resumo algunos aspectos de la presentación que empleé en la conferencia, a partir de la cual expresé mi visión sobre los principales aspectos de los servicios digitales que prestan las bibliotecas. En primer lugar, el enfoque en esta ocasión fue, por una parte, relacionar los servicios bibliotecarios tradicionales con los actuales, basados esencialmente en entornos digitales. Por otra parte, la exposición realizaba guiños a otras ciencias, a partir de las cuales, tomándolas como excusa, quise representar la evolución de los servicios bibliotecarios y aquellos aspectos que hoy se deben tener en cuenta, para su implantación, integración o planificación. Estos fueron los temas que se desarrollaron en la ponencia:

  • Geometría de los servicios bibliotecarios: servicios que se prestan en las bibliotecas.
  • Arquitectura de las bibliotecas híbridas: agentes que componen un sistema digital de bibliotecas.
  • Biología de los entornos digtales: desarrollo del apartado anterior (componentes del sistema).
  • Ecología de los contenidos: reutilización, recolección y redifusión de datos.
  • Lexicología de las tecnologías: análisis de entorno digital que afecta a las bibliotecas.
  • Ontología de los servicios bibliotecarios en entornos digitales: servicios, espacios y recursos bibliotecarios.

El servicio al usuario, como única razón de ser de las bibliotecas, fue la idea que arropó al conjunto de los argumentos que se expusieron. El servicio a un usuario, cada día más remoto, pero cada vez más cercano, gracias a que las tecnologias permiten que convivamos con ellos y orientemos los servicios bibliotecarios hacia sus necesidades reales y nuestros medios disponibles.

Servicios de referencia (1/2): El Profesional de la Información

[Biblioblog] La referencia es uno de los aspectos que más me ha atraído siempre del trabajo bibliotecario. En varias ocasiones he enseñado, trabajado e investigado sobre este tema. Recientemente, se han editado dos publicaciones sobre referencia bibliotecaria en las que tengo mucho que ver 😉 . Se trata del número de El profesional de la información de noviembre-diciembre de 2009 y de la monografía Información y referencia en entornos digitales, que ha publicado EDITUM también a finales de 2009. Como me siento muy orgulloso de ambas publicaciones, con el permiso de los lectores y de mis compañeros de blog, voy a dedicarles una nota a cada una, comenzando por el especial de EPI.

El profesional de la información terminó el año 2009 con el número dedicado a Servicios y sistemas de referencia digital, donde tuve el gusto de aportar mi reflexión en el artículo Servicios de referencia para una sociedad digital y un artículo de síntesis titulado Referencia digital: concepto, tecnologías e implementación en centros de información.  En el primer caso, intenté presentar la evolución de los servicios bibliotecarios de consulta, centrándome en las condiciones de ubicuidad, inmediatez y participación que caracterizan a la sociedad digital y cómo éstas se deben plantear en un servicio de referencia que se presta a través de Internet. El segundo artículo es tanto un estado de la cuestión de los servicios de referencia, como una panorámica de las tecnologías disponibles para permitir consultas y ofrecer respuestas de forma telemática, además de un catálogo de pautas que hay que tener en cuenta para poner en funcionamiento un servicio de referencia digital en una biblioteca o centro de documentación.

En este número de EPI se publican diferentes aportaciones de interés. La primera de ellas es la experiencia de la Bibliotecas de la Universidad de Sevilla, que ha comenzado a emplear LibraryH3lp para su servicio de referencia digital para la comunicación con los usuarios para atender preguntas tanto generales como especializadas. Otro artículo importante es el dedicado a Pregunte: las bibliotecas responden, en el cual se realiza una actualización de cómo está organizado este servicio cooperativo, con los principales de datos de su funcionamiento, así como sus líneas de actuación. Una tercera experiencia es la de InfoSud, centro de documentación especializado de la Universidad de Valencia, quien a través de Question Point participa en la red internacional de ese servicio, además de atender las demandas de usuarios locales y nacionales. En este número también se ha incluido un práctico artículo sobre cómo se integra un servicio de referencia a través de Koha. Como es habitual, se publican colaboraciones y noticias de otros temas profesionales.

Con este número, El profesional de la información contribuye a la escasa bibliografía profesional en español sobre servicios telemáticos de referencia. Enhorabuena a los editores por la iniciativa y gracias, amigos, por haberme permitido aportar mi experiencia en la coordinación de contenidos y en mis colaboraciones.

15 años de la Biblioteca Pública Internet

[Biblioblog] La Biblioteca Pública Internet (Internet Public Library, IPL) cumplirá en 2010 sus primeros quince años de existencia. Somos muchos quienes hemos enlazado o recomendado IPL durante todo este tiempo, ya que fue uno de los primeros directorios de recursos de Internet que aparecieron y uno de los pocos recursos de este tipo que no ha perdido el ritmo en todo este tiempo. Además de la selección comentada de recursos,ofrecen un servicio de referencia digital. El secreto de IPL ha sido saber aplicar criterios de calidad a la hora de seleccionar sus contenidos, que pueden ser consultados de forma automática o, mucho mejor, por temas. Sobre todo es útil su sección de referencia, en la que agrupan fuentes de consulta de múltiples tipologías.

Aunque nunca ha dejado de estar presente, IPL vuelve a ser noticia, porque ha decidido celebrar su 15º aniversario con páginas especiales dedicadas a quince tecnologías o servicios de Internet de especial valor o interés. Su primer y segundo hechos ya están en línea. Los blogs y microblogs han sido los primeros temas elegidos para sus 15 things, que irán desgranando hasta el 17 de marzo de 2010, fecha en la que IPL cumple sus 15 años. A través de una wiki creada para la ocasión, los contenidos se muestran de forma organizada, comenzando por la definición, ofreciendo datos el tipo de servicio, ejemplos, enlaces y lecturas relacionadas.

IPL es una uniciativa en la que participan estudiantes de diferentes universidades de Estados Unidos, sobre todo de estudios de  información y documentación.  A todos ellos, felicidades y que cumplan muchos más.

El nuevo concepto de ‘referencia’

La referencia es una de las prácticas bibliotecarias que más ha evolucionado con el desarrollo de las tecnologías de la información, la comunicación y la participación. Los mostradores de consulta han ido ampliando sus competencias y sus espacios. El servicio de referencia, sobre todo en bibliotecas públicas, se ofrece para cualquiera que solicite información. La referencia en las bibliotecas no es lo que era, ya que los medios son más y los recursos para informarse mayores. Los servicios públicos de referencia digital son una vía para atender usuarios más allá de nuestros edificios y geografías. Así lo demuestra Pregunte: las bibliotecas responden, que en estos días está siendo el protagonista de una campaña institucional de promoción y que ya ha resuelto cerca de cuarenta mil preguntas desde su lanzamiento público en junio de 2000. La referencia está en fase de cambio y así opina la Reference and User Services Association (RUSA), sección de la ALA que agrupa a los profesionales de los servicios bibliotecarios de información y referencia, que en su reunión del 14 de enero de 2008 ha aprobado una nueva definición de los conceptos ‘transacción de referencia’ (Reference Transactions) y ‘trabajo de referencia’ (Reference Work). Las definiciones son fruto del debate surgido en el blog de esta entidad para delimitar el trabajo de los referencistas. Empleando una traducción no oficial, la definición de transacciones de referencia queda de esta forma: «las consultas de información en las cuales el personal bibliotecario recomienda, interpreta, evalúa y/o usa recursos de información para ayudar a los demás a satisfacer necesidades de información particulares. Como transacciones de referencia no se incluyen la instrucción formal o las conversaciones que proporcionen ayuda sobre lugares, horarios, equipos, suministros o normas». De esta forma, se determina que la formación de usuarios no es referencia y que las preguntas sobre servicios, colecciones y normas de la biblioteca no se considerarán ya como consultas de referencia para esta asociación. Por otra parte, la RUSA determina que «el trabajo de referencia incluye las transacciones de referencia y otras actividades que impliquen la creación, gestión y evaluación de la información o de los recursos de investigación, herramientas y servicios». La definición aprobada explica que en la creación y gestión de recursos de información se incluyen el desarrollo y mantenimiento de colecciones de investigación, guías de investigación, catálogos, bases de datos, páginas web, motores de búsqueda, etc, que los usuarios pueden utilizar independientemente, en el centro o de forma remota, para satisfacer sus necesidades de información; y que en la evaluación de las actividades se incluyen la medición y evaluación de los trabajos de referencia, los recursos y los servicios. Nuevas definiciones para nuevas formas de prestar viejos servicios.

Boletín de información europea

El Centro de Documentación Europea (CDE) de la Universitat de Valencia es el responsable del Boletín InfoEuropa, que comenzó a distribuir en septiembre de 1994, a través de la lista de distribución del mismo nombre alojada en RedIris. En sus trece años de existencia este producto se ha consolidado como la herramienta esencial para estar informado sobre noticias relacionadas con la Unión Europea, de interés para los centros de documentación y bibliotecas especializados en Europa. Su éxito lo demuestra el número de suscriptores, que supera los dos mil, lo que la convierte en la lista profesional española de mayor difusión. La información de este boletín se estructura en varios apartados: noticias, legislación, programas, documentos, estadísticas, oposiciones, corresponsales y la sección Altamente recomendado, con las convocatorias que destacan los editores del boletín.

Bibliografía Española en línea

La Bibliografía Española en línea es ofrecida desde el 11 de abril por la Biblioteca Nacional en su página web. Este recurso electrónico, de acceso inmediato y universal, recoge gran parte de los materiales que ingresan en la Biblioteca Nacional a través del Depósito Legal, siendo libre y gratuita la consulta de sus registros. Incluye cuatro tipos de materiales, presentados en apartados independientes y con distinta periodicidad de actualización: monografías (mensual), publicaciones periódicas (trimestral), cartografía (anual) y música impresa (semestral). Ofrece tres tipos de búsqueda (por palabras, por índices alfabéticos y por temática) y permite la descarga en formato ISBD, etiquetado e IBERMARC (ISO 2709); además ofrece enlace directo del registro al catálogo.